LAS ABEJAS MELÍFERAS
Las abejas pertenecen a un grupo de insectos que se conocen como himenópteros, el cual incluye avispas, hormigas y todas las abejas silvestres y domésticas. Este es uno de los grupos más grandes de insectos. Se conocen alrededor de 3 mil especies. Nosotros estamos familiarizados con la abeja doméstica o abeja melífera. Es probable que esta especie se haya originado en algún lugar de los trópicos o subtrópicos de África.
El cuerpo de la abeja tiene una apariencia vellosa o aterciopelada y está dividido en tres partes: cabeza, tórax y abdomen.
En el tórax tiene: Seis patas con las cuales puede caminar, acarrear polen o ayudarse en diversas tareas. Cuatro alas: un par de alas grandes y un par de alas pequeñas, éstas últimas son más difíciles de percibir, porque quedan unidas a las grandes.
En la cabeza presenta: Dos antenas que sirven para detectar movimientos del aire, vibraciones y olores. Dos ojos compuestos (laterales grandes) que son los órganos principales de la visión, formados por cientos de ojos simples muy pequeños. Tres ocelos (ojos pequeños) con los cuales pueden detectar la intesidad de la luz dentro de la colmena. El aparato bucal, que es de tipo masticador – lamedor. El masticador le sirve para amasar la cera con la que construyen su nido y el lamedor lo emplea como sonda para llegar a los profundos nectarios de las flores.
La Colmena
La colmena es el recinto de madera o de algún otro material que sirve de habitación a las abejas. En su interior, las abejas construyen panales conformados por cientos de celdas en forma de hexágonos regulares; al tener esta forma, no quedan huecos entre una celda y otra. Las celdas son hechas de cera, en ellas se almacena miel, polen, huevos y larvas. Existen, por colmena, tres, cuatro, seis o doce celdas selladas, de mayor tamaño, para la cría de abejas reinas.
La vida en la colmena
La abeja es un insecto social, es decir, muchas de ellas viven juntas, cuidándose las unas a las otras. En la primavera, cuando el abastecimiento de néctar es mucho, se llegan a criar muchas abejas jóvenes y la colonia se separa para formar otra colonia. La nueva colonia es fundada por la vieja reina y una nueva reina emerge para la primera colonia.
Los zánganos sólo contribuyen a la vida de la colmena durante la danza nupcial. Ya que son incapaces de alimentarse por sí mismos, se vuelven una carga para el grupo. Al disminuir las provisiones de néctar, son picados hasta la muerte por las obreras, o son echados fuera de la colmena.
Abeja Obrera
Las abejas obreras superan siempre en número. Durante la primavera el número de obreras varía entre 8.000 y 15.000, y a comienzos del verano, puede llegar a ser superior a 80.000. Aunque carecen de la capacidad de aparearse y reproducirse, las obreras segregan cera, construyen el panal, recogen néctar, polen y agua, transforman el néctar en miel, limpian la colmena y, en caso de necesidad, la defienden.
Además de recolectar y almacenar alimento para todos los miembros de la comunidad, las obreras son las responsables de defender la colonia y de mantener la zona de puesta a 34 °C, temperatura óptima para la incubación de los huevos y el desarrollo de las crías. Cuando la colmena se calienta demasiado la ventilan entre todas batiendo las alas. Cuando el tiempo es fresco, se arraciman en torno a la zona de puesta y generan calor.
Durante las tres primeras semanas de vida adulta, las obreras dedican sus labores a construir el panal, limpiar y pulir las celdas, alimentar a las larvas y a la reina, controlar la temperatura, evaporar el agua del néctar hasta que toma la consistencia de una miel espesa y otras muchas y variadas tareas. Al final de este periodo trabajan como recolectoras y defensoras de la colonia. Las obreras que se desarrollan al comienzo de la estación llevan una vida muy activa que, desde el huevo hasta que mueren, dura unas seis semanas. Las obreras criadas a finales del otoño suelen vivir hasta la primavera, ya que tienen poco que hacer durante el invierno, excepto comer y mantenerse calientes.
Abeja Reina
La reina es la única hembra sexualmente productiva de la comunidad y, por tanto, la madre de todos los zánganos, obreras y futuras reinas. Su capacidad para poner huevos es asombrosa; la producción diaria generalmente supera los 1.500 huevos, cuyo peso total es equivalente al peso del cuerpo de la reina.
Su cuerpo es largo, con un abdomen mucho mayor que el de una abeja obrera. Sus mandíbulas están armadas con afilados dientes cortantes, mientras que sus descendientes tienen mandíbulas sin dientes. La reina tiene un aguijón curvado y liso que puede usar una y otra vez sin poner en peligro su vida. Por contraste, las abejas obreras van armadas de un aguijón recto y barbado, de modo que cuando pican, queda anclado con firmeza en el cuerpo de la víctima.
Al intentar sacarlo, la abeja se desgarra parte del abdomen y muere poco después. Su alimento es casi exclusivamente una secreción, llamada jalea real, que producen las glándulas hipofaríngeas de las abejas obreras. La vida de una reina es de uno a tres años.
Zangano
El zángano de la abeja carece de aguijón y de defensa alguna; no tiene cestillo para el polen ni glándulas productoras de cera, y no puede segregar jalea real. Su única función es aparearse con las nuevas reinas. Una vez consumado el apareamiento, que siempre tiene lugar durante el vuelo a cielo abierto, el zángano muere de forma inmediata. El esperma móvil, o células germinales, de los zánganos se abre camino hasta un pequeño órgano en forma de saco llamado espermateca, que se encuentra en el abdomen de la reina. El esperma se mantiene viable en este órgano durante toda la vida de la reina. Los zánganos son mayoritarios en las colonias de abejas durante los meses de primavera y verano. Conforme se acerca el otoño, son expulsados de las colmenas por las obreras, que los dejan morir en el exterior.
Este hipervínculo te dirige a un video relacionado con las abejas y sus funciones.
http://www.youtube.com/watch?v=PerY-uxR98g&feature=related